domingo, 12 de abril de 2009

Ágata


Se trata de una piedra que se utiliza para atraer joyas valiosas, generalmente perlas del fondo del mar. Cuando un cazador deseaba recolectar perlas, debía colgar a su cuello o esconder entre sus ropas varias ágatas y sumergirse. De esta manera, las perlas serian atraídas y al salir a la superficie el cazador tendría decenas de perlas colgando de sus ropas.

En culturas indígenas, se las consideraba pedazos del interior del cuerpo de los dioses, debido a la forma de algunas, que recuerdan a conjuntos celulares. Estas culturas creían que estas piedras estaban llenar de vitalidad tanto orgánica como espiritual, gracias a su conexión con los dioses. "Sagrada piedra astral" es uno de los tantos nombre con que algunas sociedades conocían a esta fabulosa piedra, debido a sus formas múltiples y variados colores.
Segun estas tradiciones, en el mudno existe un planto astral donde se encuentran no solo la base de la magia y las ideas, al modificarse la realidad astral, también se transforma su imagen correlativa en el plano real, de este modo, los chamanes y brujos usaban ágatas para curar el cuerpo astral de los enfermos y por consiguiente se curaría el cuerpo real.

De este modo el ágata se lo asoció al mundo del pensamiento y lo imaginario (recordemos el pensamiento de Aristóteles sobre el mundo físico y el mundo de las ideas en su alegoría de la caverna). Estas piedras abren nuestra mente a nuevas percepciones más allá de lo material.

Por otro lado, algunas sociedades arcaicas consideraban la ágata una suerte de ventana hacia el mundo de los dioses. Con ella podían entrar en contacto con los dioses y alcanzar una sensibilidad espiritual, permitiéndonos percibir vibraciones, seres invisibles, espíritus y entes. Así, ágata potencia nuestras habilidades mágicas latentes.
Entre otras propiedades espirituales podemos destacar: incentiva las ideas nuevas, inspira a su portador, promueve impulsos creativos, estimula facetas inexploradas y desconocidas para quien la lleva. También hace emerger los deseos latentes, la voluntad y el valor para enfrentar los problemas, estimula los impulsos y la emotividad, tanto amorosa como sexual. Transmite sed de libertad, ofrece sensaciones de alegría y nos hace más extrovertidos.

Pero todas estas cualidades positivas también tienen su parte negativa. Las ágatas tienden a convertir a su portador en alguien demasiado soñador y muy alejado de la realidad material, lo cual puede llevarlo a muchos problemas de índole personal y social.

Los griegos también poseían su propia visión de estas piedras; según la leyenda, las ágatas contienen pequeños sátiros en su interior y al romperse se liberan y esparcen por el ambiente. De esta manera se creía que quien posee una ágata pasará a tener un pequeño y alegre sátiro como compañía, a veces haciendo bromas, pero como protector y amigo en todo momento. Las características alegres y bromistas del sátiro se acoplan perfectamente a las fuerzas emanadas por la ágata.

En la naturaleza

Naturalmente, las ágatas son minerales de origen volcánico formadas por varias capas. Tradicionalmente se han usado en grabados, camafeos, objetos decorativos, tallados y talismanes. Poseen un fascinante aspecto, cada una con sus características paticulares, colores definidos de diferentes gamas y tamaños varios. Se encuentran en Alemania, Uruguay, Brasil, Italia, China, Mexico y EEUU. Son duraderas y muy duras, de entre 6,5 y 7 en las escala Mohs.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿En serio? ¿No era más complicado conseguir las Ágatas? ¿No pesaban mucho?